La Almunia 2-Épila 4
EL ÉPILA MOSTRÁNDOSE COMO LÍDER SÓLIDO, SE LLEVÓ EL DERBI VALDEJALONERO, SUMANDO UNA NUEVA E INCUESTIONABLE VICTORIA, INFLIGIENDO A SU RIVAL ALMUNIENSE, UNA HISTÓRICA, ABULTADA Y DOLOROSA DERROTA.
“El futbol sin deportividad, deriva en violencia y barbarie. Pero el futbol sin competitividad, es un espectáculo insulso y anodino. Solo la combinación de ambos elementos, lo hace un GRAN ESPECTÁCULO.”
Fernando Rosel Lana. Socio del CF ÉPILA, y seguidor analista del fútbol aragonés.
La Almunia, recibía ayer en su espectacular campo de Tenerías, al Épila con diez partidos consecutivos sin conocer la derrota, y como líder sólido en la clasificación. Los almunienses presentaban una situación no de urgencia de puntuar, al estar clasificado justo en la mitad de la tabla, pero si algo preocupante al encontrarse, a tan solo cuatro puntos, de la zona que marca el descenso, aunque con un partido menos pendiente de jugar, y llevando tres partidos consecutivos sufriendo la derrota.
El partido respondió al interés de un gran derbi comarcal, desplazándose a la localidad de La Almunia un elevado número de aficionados epilenses, que vienen siguiendo habitualmente a su equipo, como consecuencia del excelente momento futbolístico, por el que se está atravesando.
El partido, jugado bajo unas circunstancias climáticas muy favorables, fue vibrante y con variaciones contantes en el marcador, no decantándose el resultado hasta los diez últimos minutos del mismo, teniendo a los espectadores en una total apasionante incertidumbre, viviéndose permanentemente una excelente combinación de alta intensidad competitiva, y de una total deportividad, que hizo gozar a los espectadores, de una bonito espectáculo de fútbol.
En la primera mitad, los equipos saltaron al terreno de juego con tanta intensidad como respeto, en donde los almunienses apostaron más por jugar con la línea defensiva más adelantada, presionando a los epilenses para no dejarles demasiados espacios, sabedores del buen nivel técnico y combinatorio de su rival, que en momentos concretos les funcionó bien y tuvieron controlada “a la bestia” que, de manera complementaria a la estrategia almuniense, tiró del recurso de las salidas esporádicas con velocidad por las bandas, y de los balones largos lanzados al espacio que quedaba entre las espaldas de los defensas locales y su portero Latienda.
En este contexto, todo se mantuvo bastante equilibrado, en un buen ejercicio táctico planteado y puesto en escena de manera notable, por ambos equipos técnicos, hasta que en el minuto-18, fue la escuadra epilense quien rompió el equilibrio reinante hasta ese momento, teniendo en las botas de su jugador Marcos Sánchez, la ocasión más clara de marcar, al quedar solo delante de la portería almuniense y, a portero batido, lanzar el balón fuera por centímetros, dando el primer aviso serio al equipo local.
Casi a continuación y, con un Épila dominador del partido en esos momentos, en una jugada por banda, Belanche entra con velocidad al área almuniense, rompe la espalda de su par defensivo y es derribado, señalando el colegiado de manera inapelable el punto fatídico. El “calvo ilustre” Chueca, asume la responsabilidad del lanzamiento, y de manera contundente marca el primer gol para el Épila, no pudiendo hacer otra cosa que la “estatua”, el meta Latienda.
Las incursiones peligrosas de los atacantes epilenses hacia la portería local, siguieron manteniendo el tono dominante de los visitantes, y en el minuto-26, en una espectacular jugada combinatoria entre varios atacantes epilenses, Marcos
Sánchez, que estuvo espectacular toda la tarde, marca un bonito gol que no sube al marcador, al ser anulado por fuera de juego por el colegiado, sin la posibilidad de que fuera analizado por el VAR de Tenerías.
Sin embargo los almunienses no se arrugaron en ningún momento, y tirando de casta e intensidad, en el minuto-32, solo seis minutos más tarde, consiguen llegar al área epilense, romper su costado derecho y lanzar un tiro raso y envenenado a portería, que en un intento de despeje por el central epilense Arroyave, lo introduce en su propia meta, estableciendo el uno a uno en el marcador.
El partido entro en una fase apasionante, con continuas alternativas en el marcador, llegándose a marcar dos goles, uno por cada equipo en los cinco últimos minutos de este primer periodo.
Así, en el minuto-42, en una falta directa el central del Épila Redondo cabecea de manera espectacular a la red el segundo gol epilense, ajustando el balón al palo derecho de Latienda, sin que tampoco pudiera hacer otra cosa de nuevo que “la estatua”. Pero tan solo dos minutos más tarde, en el minuto-44, y como gol psicológico Gil Aldana de La Almunia, consigue conectar un buen testarazo en el lanzamiento de un córner, marcando el empate a dos, cerrando el colegiado el crono de este primer acto, y mandando al vestuario a los jugadores.
En la segunda mitad, La Almunia volvió salir a por el partido utilizando sobre todo el recurso de la intensidad y, en ciertos momentos, empujó a los epilenses hacia su parcela, pero éstos controlaron mejor el cierto y claro nerviosismo en defensa, que acusaron en ciertos momentos de la primera mitad, acusando en exceso cierta presión escénica y de rol de líder, al sentirse en la obligación de sacar el derbi adelante.
Conforme fueron pasando los minutos, el partido entró en una fase de equilibrio, sin que ninguno de los dos equipos se mostrara claramente dominador respecto del otro. Sin embargo, los técnicos epilenses sabedores de que tenían “pólvora” en el banquillo, y no conformándose con un posible reparto de puntos, fueron claramente a por el partido, y a partir del minuto 15 de esta segunda mitad comenzó, con mucho criterio y oficio técnico, el cambio de piezas en la alfombra almuniense, que acabó dando los resultados apetecidos.
Como consecuencia de ello, el Épila fue creando cada vez más peligro en sus acercamientos al área almuniense, y haciendo sentirse cada vez más exigidas a las líneas locales de contención, conforme el crono iba agotando su tiempo.
De esta manera, en el minuto-83, Buasri Chafiq, que había vestido en su momento la camiseta almuniense, conecta un soberbio cabezazo en el lanzamiento de un córner, puesto de manera prodigiosa por el pie-guante del virtuoso del toque Latapia, haciendo el dos a tres para el Épila, y que de manera deportivamente elegante, Buasri Chafiq hace compatible su alegría por marcar con su equipo actual, con el gesto de no querer celebrar el gol a un ex equipo.
El partido, siguió vivo hasta el final. Los almunienses, querían al menos el empate y adelantaron líneas sin ningún rubor, siendo conscientes a los que se exponían, apostando los técnicos almunienses por el riesgo. En esas condiciones, el Épila tuvo algunas llegadas, al menos dos, que pudieron haber aumentado el marcador, pero hubo que esperar al último minuto de juego del crono arbitral, minuto-89, para que Marcos Sánchez, con un poderío físico y técnico impresionante, batiera por cuarta y última vez, al portero almuniense Latapia, que no pudo tapar bien el primer palo.
Los almunienses acusaron el “zarpazo” del killer epilense, y apenas quedó tiempo para nada más, pitándose casi a continuación el final del partido, por el colegiado Sr Hörndler Gil, que a mi opinión tuvo una gran actuación, en un escenario que dio cabida a un derbi, siempre tan interesante como difícil e intenso, que acabó afortunadamente, según mis informaciones, sin ningún tipo de incidentes, ni dentro ni fuera del campo de juego.
Con este resultado histórico para los epilenses, pues no se recuerda la victoria en campo almuniense, La Almunia sigue en el centro de la tabla, pero a tan solo cuatro
puntos del límite que marca la zona de descenso, por lo que se le enciende la alerta amarilla, mientras que el Épila, tras los resultados de ayer, consigue mantenerse como líder, todavía con más ventaja, al meter una distancia entre el él y el segundo clasificado de 10 puntos.
