CD. QUINTO, 0 - CF. EPILA, 1
CD. QUINTO, 0 - CF. EPILA, 1
UN EXCELENTE DESPLIEGUE TÁCTICO DEL TÉCNICO DEL QUINTO, CUMPLIDO FIELMENTE POR SUS JUGADORES, HIZO QUE EL ÉPILA TUVIERA QUE ESFORZARSE MÁS DE LO ESPERADO, Y PONER TODO SU EMPEÑO Y POTENCIAL TÉCNICO, PARA CONSEGUIR SUMAR LOS TRES PUNTOS, EN LOS MINUTOS AGÓNICOS DEL ENCUENTRO
“Cuando se cree en sí mismo, los retos se vuelven más posibles”
Fernando Rosel Lana. Socio del CF ÉPILA, y seguidor analista del fútbol aragonés.
Quinto y Épila se enfrentaron esta jornada en el “Gregorio Vidal”, con las miradas puestas en diferentes objetivos. Los quintanos, en la idea de cortar la ya larga racha de partidos consecutivos sin obtener la victoria, y alejarse de la proximidad de la zona de los “fantasmas del descenso”, y los epilenses en la de no ”apearse del burro” de seguir sumando victorias, y mantener su puesto de líder de la clasificación, resistiendo la tensión que produce, la cercanía de sus más inmediatos perseguidores como rivales más directos.
El partido se jugó en un excelente terreno de juego, con una buena temperatura para la práctica del fútbol, con una buena asistencia de público en las gradas, que se vio aumentada por el acompañamiento de un nutrido número de seguidores epilenses, animados por el buen momento que está atravesando el equipo en cuanto a resultados, en estos momentos.
El encuentro comenzó desde el pitido inicial del colegiado, con alta intensidad, en una primera mitad donde el Épila tomó el mando del partido, ante un Quinto que saltó al terreno de juego con las ideas muy bien estudiadas de con quien se enfrentaba, y como debía de hacerlo.
En este sentido, los locales dejaron ser “dueños del balón” y de la iniciativa a los epilenses, y cumplieron fielmente su guión de estar bien colocados de mitad de campo hacia atrás, muy ordenados e intensos en todos los lances del juego, consiguiendo que los ataques epilenses murieran casi todos, antes de que el balón alcanzara portería rival, y las escasas ocasiones que lo hacía se encontró con un excelente Mallor, para resolver cualquier inquietud final.
El Épila fue el dominador de esta primera parte, en la práctica totalidad de la misma, pero ejerciendo un dominio estéril, que iba minando progresivamente la confianza de los atacantes epilenses, conforme iban pasando los minutos, y por el contrario, aumentando la confianza de los locales en poder controlar el partido, de acuerdo a su bien estudiado y bien ejecutado guión.
En este contexto, la primera mitad acabó con algún que otro susto para el Épila, pero sobre todo para el Quinto, con tres ocasiones claras de poderse haber marchado al descanso con desventaja en el marcador, pero el balón bien por falta de precisión en el remate de los delanteros epilenses, por las buenas intervenciones del meta local Mallor, o por ambas cosas, el marcador no se movió y el Quintó respiró aliviado yéndose a los vestuarios con la puerta a cero
En la segunda mitad, el partido siguió igualmente intenso, y con cada equipo fiel a su esquema, sabiéndose cada uno cuáles eran sus potenciales, y contra quien y donde estaban jugando, estando la belleza del partido más en los despliegues tácticos de sus técnicos, que en la calidad del juego en sí mismo que, sin ser baja quedó ensombrecida todo el encuentro, por la calidad táctica, que sus técnicos mostraron en todo momento sobre el “Gregorio Vidal”, como si de dos ajedrecistas se tratara.
Conforme avanzaba el partido, e iba acortándose el tiempo hacia el pitido final, el partido seguía bloqueado en un continuo ataque, más bien epilense, y una excelente defensa del Quinto, si bien es cierto que los locales tuvieron también su oportunidad de haberse adelantado en el marcador, en alguno de sus esporádicos pero peligrosos ataques.
El reloj marcaba ya casi los estertores del partido, y en el grada se mascaba ya más el empate que otra cosa, cuando como consecuencia de uno de los muchos saques de esquina ejecutados por los epilenses, apareció la cabeza de uno de sus centrales, y envió el balón a la red quintana, ajustado al palo contrario de Mallor, consiguiendo el único y definitivo gol del partido, que daba la victoria y los tres puntos al Épila.
El mazazo para los locales, fue inmenso dejándolos ya casi sin margen de maniobra. Sin embargo, “lejos de tirar la toalla”, tuvieron arrestos para seguir remando, en el intento de al menos conseguir el empate, y durante los tres últimos minutos, que duró todavía el encuentro, buscaron con balones largos la posibilidad de encontrar premio a su esfuerzo, realizado durante todo el encuentro
Destacar, una vez más, el trabajo y entrega de todos los jugadores epilenses en el campo, y su tesón y confianza en el triunfo, hasta el mismísimo último segundo del encuentro. Así como también, el excelente planteamiento táctico de los quintanos, y su enorme entrega a lo largo y ancho de todo el partido.
El Quinto, con esta derrota, pasa a ocupar posiciones de descenso, por lo que tendrá que remar de manera urgente, para intentar salir cuanto antes de esta difícil zona clasificatoria..
Por su parte, el Épila con este triunfo consigue, favorecido una vez más por los resultados obtenidos por algunos de sus rivales más directos, afianzarse en la primera posición de la tabla, fortaleciendo más así su posición, como claro candidato al ascenso, sin olvidar en ningún momento que, como dije la semana pasada, todavía queda “mucha tela que cortar”, en esta interesante y apasionante liga.