MORATA, 1 - CF. EPILA, 2
Morata 1 Épila 2
El MORATA NO PUDO DOBLEGAR, EN SU FORTÍN DE LA DEHESILLA, A UN ÉPILA QUE CON BUENA ESTRATEGIA Y MUCHO OFICIO, SUMÓ UNA NUEVA VICTORIA, EN UN PARTIDO JUGADO CON INTENSIDAD EPICA POR AMBOS EQUIPOS
Fernando Rosel Lana
Se enfrentaban en este encuentro Morata y Épila, en un derbi comarcal valdejalonero donde, como en cualquier derbi, la emoción estaba en principio asegurada. Los moratinos, situados en el 16º lugar de la tabla con cinco puntos y un golaverage desfavorable de (-10), recibían la visita del Épila en un buen momento de juego y resultados, asentados en el 2º puesto de la clasificación con 16 puntos, y un golaverage favorable de (+7).
La Dehesilla moratina, casi siempre se comportó a lo largo de las temporadas como un auténtico fortín para los locales, no siendo nada fácil puntuar para casi ningún equipo. Dado que los epilenses necesitaban puntuar, para no ceder en las posiciones de cabeza ante sus rivales más directos, y los anfitriones también necesitaban hacerlo, para intentar salir lo antes posible de los lugares hondos de la clasificación que dan paso a final de temporada al descenso, se esperaba un partido tan interesante como intenso, desde el pitido inicial hasta el final del encuentro.
El partido, se jugó con buena temperatura y algo de viento, aunque sin obstaculizar demasiado la práctica del fútbol, en un buen estado del terreno de juego, y con una aceptable asistencia de público, entre el que se encontraba un buen número de seguidores epilenses desplazados a la localidad vecina.
A pesar de que los locales, jugaron con ejemplar intensidad durante todo el encuentro, la lógica de lo expresado en la tabla clasificatoria, no se ausentó del partido de la Dehesilla, y el equipo mejor situado en la clasificación acabó por imponerse en el marcador y llevándose los tres puntos, si bien es cierto que los epilenses tuvieron que “enfundarse hasta las orejas el traje de faena”, y sudar la camiseta hasta los últimos compases del encuentro, para doblegar a un aguerrido Morata que, luchando hasta el pitido final no tiró la toalla en ningún momento, y poniendo en aprietos en algunos momentos a los epilenses, puso de manifiesto ser un equipo, que terminará ocupando puestos más altos en la tabla clasificatoria, que el que tiene en estos momentos.
Tal como se esperaba, las estrategias y tácticas puestas en escena por ambos técnicos, especialmente en los minutos iniciales y en los finales del encuentro, fueron definitorias para el resultado final de este encuentro. En este sentido, en la primera parte del encuentro, fue el Morata muy bien posicionado en el campo, el que tuvo más el balón, y el Épila el que jugó y especuló más sin él, estando algo impreciso en los pases, muy precavido, buscando un buen posicionamiento en el campo, e intentando practicar “la caza en el puesto de espera”, pero sin que ninguno de los dos encontrara facilidad en el tiro entre los tres palos.
Tras pasar por vestuarios, en la segunda mitad el Épila, con la ventaja de uno a dos en el marcador, quiso más el balón y se fue desde el principio a “matar el partido”, metiendo de manera escalonada jugadores de refresco. Conforme avanzó el partido, se rompieron algo las posiciones y el encuentro se convirtió en un “toma y daca” con una intensidad que elevó las vibraciones de jugadores, técnicos y espectadores, manteniéndose la incertidumbre en el marcador hasta el pitido final.
Las jugadas más relevantes del partido fueron las siguientes:
-Apenas pasado el primer minuto del partido, el Épila hace una incursión en el área local, allí el mago en las áreas Nano Rosagaray es derribado. La pena máxima, desde los once metros es ejecutada por Pablo García y pone el marcador en un cero a uno para los visitantes.
-En el minuto-18, el Morata elabora una buena jugada por banda derecha y, en la misma línea de fondo, consigue enviar con “el permiso” de los laterales epilenses, que no consiguen cerrar el servicio, un asistencia de lujo al palo largo, en donde el jugador moratino Javier López, más suelto que una “tórtola en monte abierto”, marca a placer el gol del empate para los de casa, en claro fallo defensivo de nuevo en el otro costado lateral del Épila.
-En el minuto-24, es derribado de nuevo el mago Nano Rosagaray en el área moratina. Esta vez lanza el mismo Nano Rosagaray desde los once metros, y establece el uno a dos para el Épila.
-En el minuto-30, de nuevo la pesadilla del Nano Rosagaray para el Morata, logra entrar a la espalda de la defensa local y solo delante del portero Mike Sevillano lanza demasiado ajustado al palo izquierdo de su portería, y la madera repele el tiro evitando el gol epilense.
-En el minuto-41, el Épila va “a perdonar de nuevo” en una jugada en donde Adrián Molina es el que se queda ahora delante del portero moratino, pero “molestado lo justo” por sus perseguidores, no consigue precisar bien el disparo a gol, y el portero Mike Sevillano consigue parar el balón, evitando el tanto epilense.
-Justo en el minuto-46, nada más iniciada la segunda mitad, el jugador del Épila Sergio Diloy, está a punto de sorprender al meta moratino Sevillano, al sacarse del centro del campo un tiro, que sale desviado del arco moratino por muy poco.
-Vakerito, que había salido en los comienzos de la segunda mitad sustituyendo a Adrián Molina, tuvo en sus botas otra oportunidad de haber aumentado el marcador favorable para el Épila, en una llegada franca a la portería del Morata, pero una vez dentro del área con solo el portero delante, no toma la decisión de tirar a gol, sino de pasar el balón a su compañero que venía por su derecha también en ataque, pero sin considerar que estaba tapado por dos defensas, la jugada acaba sin consecuencias para el marcador.
-En el minuto-66, es el Morata quien tiene la ocasión más clara de marcar, en un potente, preciso y colocado disparo, buscando la escuadra derecha de la portería epilense, pero allí surgió la “Gatada” espectacular del portero epilense Fabre, evitando el tanto moratino.
De aquí en adelante, el partido subió de incertidumbre de cara al resultado final, pero sin que hubiera claras ocasiones de marcar por ninguno de los dos equipos, aunque hay que señalar que en los últimos minutos, se vio a un Épila mas dueño del balón y con la intensidad suficiente, como para cerrar el resultado favorable de uno a dos, con el que acabó el encuentro.
Respecto del colegiado del encuentro, Sr. Jarque Clemente, auxiliado en las bandas por los Srs. Sánchez Espílez y Hernández Acuña, hay que decir en nuestra opinión, que lejos de “arrugársele el ombligo” en ningún momento, tuvo junto con sus dos auxiliares, una EXCELENTE actuación, controlando sin histrionismos, con una gran serenidad, firmeza, decisión y acierto el partido de principio a fin, a pesar de la elevada intensidad y rivalidad propias de un derbi, siendo ejemplo de ello, el que no recibió protestas airadas de ningún jugador, ni tampoco “rugidos de grada”, a pesar de tener que pitar con reglamento en mano, dos penaltis en contra de los locales, consiguiendo que el partido acabara afortunadamente para todos, sin ningún incidente desagradable que resaltar.
Destacaron por parte del Épila, una semana más la buena actitud y el buen hacer de TODOS sus jugadores, y de manera el “Gato” Fabre, que ayer tuvo una actuación espectacular bajo los palos, especial el incansable, el central Illarramendi, y Sergio Diloy y Rubén Gracia en el centro del campo, y el Nano Rosagaray en ataque, originando en el área rival dos penaltis, metiendo uno de los goles epilenses e inquietando constantemente a la defensa moratina. Y por parte del Morata, destacaron la buena colocación e instinto de su goleador Javier López, y su central Franco DieguenBauer, jugador éste que durante mucho tiempo vistió la camiseta del Épila, con tanto compromiso, como calidad y elegancia, y del que se guarda un gran y cariñoso recuerdo de él, por todo lo que aportó a la historia del Épila, desde sus inicios de juvenil.
También, otra jornada más, y como viene siendo habitual en él, hay que destacar al técnico epilense Miguel Catalán, por la excelente preparación táctica de este siempre difícil encuentro en la Dehesilla moratina, leyendo muy bien todos los momentos del encuentro, y lejos de ofrecer la imagen de “situación de espera silenciosa de la llegada del autobús urbano”, se “deja la garganta” para que sus jugadores no pierdan el contacto con él en momentos decisivos y blindar el resultado de la victoria, animando, corrigiendo e insuflando fuerza en los minutos finales, respetuoso siempre con los árbitros, dando todo un ejemplo de trabajo, compromiso y pasión por su equipo y por su club, que contagia a todos sus jugadores en cada partido, ganándose por todo ello el respeto, la confianza y la valoración de toda la Afición epilense.
