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Real Zaragoza, 1 - CA Osasuna, 1

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El cuadro maño volvió a encontrarse en el conjunto navarro a un escollo infranqueable, y sólo pudo obtener un empate justo a tenor del juego

Se puede decir que el cuadro rojillo presentó seriamente su candidatura a todo en la Romareda. Los pupilos de Natxo González, realizaron un esplendida primera parte, que fue culminada con el gol de Borja Iglesias de penalti. Con el 1-0 se marcharon al vestuario, con la sensación de que los pequeños detalles hacían valer su peso en oro. Los navarros en la segunda parte salieron dominando de principio a fin, con la intención de neutralizar el tanto blanquillo. Los maños volvieron a pecar de echarse atrás, más si cabe con la salida de Febas, auténtico diablillo en el terreno de juego y canalizador de todas las jugadas de ataque.

De la presión  posesión de balón del equipo visitante, llegó lo que se veía venir. El tanto del empate en un saque de esquina, donde el capitán osasunista, Oier San Jurgo, batió a Cristian haciendo el 1-1. Hasta el momento el portero maño había estado perfecto, pero poco o nada pudo hacer el en el balón que mandaron al primer palo.

Es entonces cuando el Real Zaragoza trató de reaccionar, pero ya en los minutos finales, la expulsión de Pombo sentenció el choque destinado al empate. Si queremos hacer algo grande esta liga, habrá que estar enchufado todo el encuentro, y evitar dar el balón al rival cuando este busca el tanto del empate . Se han desaprovechado ventajas mínimas a lo largo de esta liga, y de años pasados para no aprender de los errores.