CD. TERUEL, 0 - CF. EPILA, 2
Teruel 0 Épila 2
EL EPILA, CON UN EXCELENTE JUEGO EN LA PRIMERA MITAD, Y MUCHO OFICIO EN LA SEGUNDA, VENCE AL TERUEL EN “PINILLA”, Y MARCA TERRITORIO SITUÁNDOSE EN LOS PUESTOS DE CABEZA.
Fernando Rosel Lana
El encuentro se celebró en el campo de juego turolense de “Pinilla”, en horario matinal, con una buena temperatura, un buen estado del césped natural, una escasa asistencia de aficionados locales, y algunos seguidores incondicionales de los epilenses.
Ambos conjuntos llegan a este encuentro con unos números casi idénticos: seis puntos en su casillero, obtenidos en dos victorias y una derrota, y también con un mismo golaverage a favor de (+1).
El Teruel venía de perder la jornada anterior, como visitante ante el San Juan, uno de los encartelados de salida como favorito, mientras que el Épila acudía a Pinilla, tras haber sumado su segunda victoria frente al Calatayud en La Huerta.
En un principio, se trataba pues de un partido en donde, partiendo de esta igualdad inicial, se iba a dirimir quién de los dos iba a tomar a ventaja sobre el otro, en estos primeros compases de la liga.
En este sentido, resultó que al final fueron los epilenses, quienes en este sentido, “se llevaron el agua al agua” tras realizar una excelente encuentro en todas sus líneas, destacando en la primera mitad especialmente sus argumentos ofensivos, y en la segunda su excelente estrategia de cara a blindar la ventaja de dos goles a cero, con la que se fue a los vestuarios en el final de la primera mitad.
En el primer acto del encuentro, el juego reflejó en sus inicios el respeto inicial entre ambos contendientes, pasando progresivamente el Épila a ser el dueño del balón y del juego.
Como consecuencia de ello, ya en el minuto-4, los epilenses realizan una peligrosa incursión por banda derecha, que tras una buena combinatoria, termina con el balón en las botas de Pablo García, quien entrando en el área y encarando puerta con decisión, es derribado por la defensa turolense, ocasionando el correspondiente penalti.
El mismo Pablo García, se encargaría de lanzarlo desde los once metros, consiguiendo batir al meta turolense de un tiro raso y bien colocado, poniendo el marcador en cero a uno a favor de los epilenses.
El Épila continuó muy bien asentado en el terreno de juego, y dando muestras de querer y poder llevarse los tres puntos de “Pinilla”, y en el minuto-18 está a punto de conseguir su segundo gol, como resultado de una buena llegada al área de los turolenses.
La presión y dominio epilenses, se acrecentaba por momentos, y en el minuto-20 el Mono Esteban lanza un potente tiro raso que sale desviado buscando el palo izquierdo de la portería de Bronchal. Y prácticamente casi a continuación, el Épila vuelve a tener en las botas de Adrián Molina una nueva oportunidad de marcar, con un tiro dentro del área que sale por encima del larguero.
Dentro de esta fase de claro dominio epilense, en el minuto-25 se produce una excelente triangulación, iniciada de nuevo en banda derecha, por Pablo García, que conecta con el Mono Esteban, y este asiste a Nano Rosagaray, que acaba cabeceando el balón a la red turolense, y estableciendo el que sería el definitivo cero a dos para el Épila.
El Épila seguiría con su dominio sobre el campo, generando peligro una y otra vez en sus continuas llegadas al área local, y en el minuto-36 Pablo García, iba a poner de nuevo en apuros a la defensa turolense, pero esta vez sin consecuencias para el marcador.
En el minuto-37, se produce la jugada más peligrosa de cara al gol del Teruel, llegando casi hasta “las mismas barbas” del portero epilense Fabre, que resuelve bien con una buena intervención, arrebatándole el balón por bajo de los mismos pies al delantero turolense.
En la segunda mitad, el dominio del Épila bajo de intensidad y el Teruel salió más intenso y con mayor frescura, dando paso a una fase de mayor equilibrio en el encuentro. En cualquier caso, en los primeros compases de esta segunda mitad, el Teruel quiso más el balón, y el Épila jugó más a gusto sin él.
En el minuto-10, fruto de una fase de mayor dominio turolense, los locales probaron al portero epilense Fabre con un potente tiro desde una posición un tanto escorada a la izquierda del ataque local, pero el meta del Épila resolvió una vez más con eficacia, con una buena intervención cerrando muy bien el palo corto.
Poco a poco, el Épila empezó a entrar en una cierta crisis de cansancio, notándose más confuso en ideas y más bajo en intensidad, por lo que el técnico epilense, leyendo muy rápida y hábilmente esta fase del partido, empezó a hacer los cambios oportunos, metiendo en el campo “caballos de refresco”, tanto en la línea defensiva como en el centro del campo y en la línea más ofensiva.
Con los “caballos de refresco” ya en el campo, el Épila “tirando de oficio” se fue entonando de nuevo, sacudiéndose progresivamente el agobio turolense, y en los últimos 15 minutos del encuentro ellos epilenses se volvieron a estirar más en el campo, y a dar de nuevo más sensación de peligro.
Respecto del colegiado del encuentro, Sr. Lapena Antoñanzas, auxiliado en las bandas por el Sr. Granel Peiró y el Sr. Buil Teller, hay que decir que cumplió muy correctamente con la siempre difícil labor arbitral, sin protagonismos indeseados, estando sobrio en los gestos, con autoridad dialogante en el campo, muy bien coordinado con sus auxiliares, y sin influir en absoluto en el resultado.
Destacaron por parte del Épila, la buena actitud y el buen hacer de todos sus jugadores, y de manera especial, Pablo García y Rubén Gracia, que estuvieron inmensos. Por parte del Teruel Iván García.
Para terminar decir, que fue un encuentro donde Teruel y Épila ofrecieron una bonita mañana dominical de fútbol, producto de una excelente combinación de competitividad y deportividad en el campo, así como también de una excelente hospitalidad, dispensada en todos los aspectos por el club turolense, a todos los asistentes foráneos