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BALSAS PICARRAL 1 - UNION LA JOTA VADORREY, 0

Imagen destacada
Victoria local en un partido muy tenso que podia haber sido un gran partido pero que aspectos extradeportivos no permitieron que lo fuera

TERCERA CADETE G.3

BALSAS PICARRAL, 1 - UNION LA JOTA VADORREY, 0

En el Picarral en un día gris se disputo el encuentro perteneciente a la jornada cuatro de la tercera cadete, grupo 3. Entre el Balsas Picarral y la Unión Jota Vadorrey.

Los avispas fueron los que llevaron la voz cantante durante gran parte del primer tiempo, realizando un buen juego y teniendo ocasiones para hacer gol, en una de esas llegadas el delantero avispa batió al portero por alto haciendo el primer y único gol del partido. El conjunto visitante con rápidos contraataques intentaba hacer el gol del empate, teniendo una clara ocasión al término de la primera parte, no culminada por los de Vadorrey.

La primera parte ya hizo presagiar lo que sería la segunda parte, y no en el aspecto del juego con balón que iban a mostrar los equipos, más bien sin balón por parte de unos y en aspectos de la persona encargada de llevar el silbato.

Si la primera parte fue una clara muestra para todos aquellos que quieren ser árbitros de cómo no hacerlo, y de cómo no hay que llevar el partido, la segunda parte se le iría de las manos por completo. En la primera mitad del juego, el equipo que actuaba como visitante, se excedió en la intensidad del juego, todo ante el consentimiento y pasividad del que va por dentro del campo de un lado a otro, sin castigar como debería ser.

En la segunda parte se vio muy poco futbol, por no decir nada. La intensidad sin balón de por medio fue cada vez más en aumento, ya que cuando tenía que haber tomado ciertas decisiones como pitar faltas claras, codazos, empujones, amonestaciones… no lo hizo, ante esto, aquellos que daban pues seguían dando sin ningún tipo de contemplación y castigo.

 

El ambiente aún se caldeo más, cuando un integrante del banquillo local fue expulsado por una expresión, una expresión que no se dirigía hacia nadie y cuya frase dejaba bien claro que era una simple expresión ante un nuevo error y pasividad sobre el césped, una forma de hablar que en todos los campos se puede oír y no se sancionan, porque no son de sancionar, y menos con expulsión directa.

Ante esta decisión como decía antes, hizo que se caldeara más el ambiente, e hizo que el partido que tenía que dirigir se le fuera de las manos aún más, permitiendo acciones que pasaban en el césped sin ningún tipo de decisión arbitral. Una de ellas fue permitir que los jugadores visitantes calentasen detrás de la portería, sitio donde no es para calentar, y encima insultando al portero. Hecho que el equipo local advirtió de lo sucedido, y la persona del silbato siguió permitiendo, sin hacer nada al respecto.

Pero esto no queda aquí, inmediatamente después de esto, el colegiado vio como todos los que alli estabamos, y escucho como un integrante del banquillo visitante se dedicaba durante varios minutos a insultar a una persona del público de una manera muy desagradable,  acción que está en el reglamento como expulsión directa, pero “no debió ver y escuchar nada” y siguió con ese partido que se le fue de las manos por completo.

El partido terminaría con victoria local por uno cero, una pena tener que presenciar este encuentro en el que podía haber sido un gran encuentro de buen juego y gran intensidad, pero una intensidad deportiva y no extra deportiva como se permitió