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CD. CELLA, 1 - CF. EPILA, 2

Imagen destacada
El Épila, con su victoria, frena la reaccion de los cellanos, recupera la segunda plaza y sus opciones de cara a conseguir el objetivo del ascenso

CD. CELLA, 1 - CF. EPILA, 2

Fernando Rosel Lana

TITULAR SINÓPTICO

EL ÉPILA, SABE SUFRIR EN “EL CARRO” CELLANO Y, CON SU  IMPORTANTÍSIMA VICTORIA, “RECUPERA LOS GALONES PERDIDOS”, COLOCÁNDOSE DE NUEVO EL SEGUNDO EN LA TABLA

DATOS DE INTERÉS PREVIOS AL PARTIDO

El Cella afrontaba su encuentro como local, 11º en la tabla con 12 puntos, y metido en una dinámica de bastante irregularidad en cuanto a sus resultados, y obligado a estabilizar la su dinámica en cuanto a sus resultados. Mientras que el Épila visitaba El Carro cellano, como 3º en la clasificación con 21 puntos, y “herido” en sus pretensiones en la disputa por el ascenso, al sufrir la primera y dolorosa derrota en su fortín de La Huerta, a manos precisamente de uno de sus más directos rivales como es el Calamocha. Derrota, que le supuso la pérdida del segundo puesto de la clasificación, y que le obligaba a afrontar este encuentro, con la necesidad de sanar lo antes posible la ya mencionada “herida en sus pretensiones”, intentando al menos, de no salir derrotado del estadio cellano.

Ante los datos, pues, que de salida aludían ambos equipos, el encuentro presentaba de inicio los ingredientes más que suficientes, como para pensar en un partido de alta intensidad y elevada incertidumbre en cuanto a su resultado final, y por todo ello altamente interesante.

CIRCUNSTANCIAS AMBIENTALES

El partido, se jugó en césped artificial en un excelente estado, con una temperatura algo fresca pero agradable, y un poco de viento, que aunque acompañó al encuentro a lo largo de toda la tarde, en ningún momento dificultó la práctica normal del fútbol. Hubo una presencia más bien baja de espectadores en las gradas, entre los que se encontraban un buen puñado de seguidores epilenses, que alentaron  todos a su equipo de manera totalmente apropiada, exceptuando la actuación extemporánea de algún espectador aislado que, en cualquier caso, no representó en ningún caso al buen saber estar en el campo de la afición cellana, celebrándose el encuentro afortunadamente sin incidentes de relevancia, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

LABOR ARBITRAL

La siempre difícil labor arbitral, fue llevada a cabo por el colegiado Sr. Díaz Luque, auxiliado en las bandas por los Srs. Aguilera Martín y Bugeda Dobón, pudiendo decirse que, en nuestra opinión, todos ellos realizaron su labor en líneas generales de manera correcta y que, en cualquier caso, sus decisiones no tuvieron influencia en el resultado final del encuentro, dejando como procede el protagonismo a los jugadores del encuentro, siendo su actuación muy sobria en los gestos y proporcionada en sus intervenciones, a la hora de mostrar las correspondientes tarjetas que fueron siempre de color amarillo.

PLANTEAMIENTOS, JUGADAS CLAVE Y GOLES DE LA PRIMERA PARTE

En el primer acto del encuentro, el Épila salió con confianza y bien posicionado en el campo, saliendo sin especulaciones con una alineación ofensiva a por los tres puntos en juego, viendo a todos sus hombres con “hambre de juego y sed de victoria”. En este sentido, los epilenses tomaron el control del balón y dominaron los espacios durante los primeros minutos, en el excelente terreno de juego cellano, y ya en el minuto-7 el Nano Rosagaray forzaría el primer saque de esquina, tras un buen disparo a la portería cellana, defendida por Catalán.

En el minuto-13, el Épila tuvo su primera clara ocasión de marcar, en un ataque en donde tras participar de manera coordinada todos sus elementos ofensivos, el tiro final a puerta es neutralizado, con una excelente intervención del meta local Catalán.

En el minuto-16, es el Cella quien por banda derecha penetra hasta el fondo, haciendo un roto en el flanco izquierdo de la zaga epilense, y tras conseguir tirar a puerta, obliga al portero visitante, el Gato Fabre, a realizar su primera buena intervención para neutralizar el peligro del equipo local.

Los “tiburones” cellanos, empezaron enseguida a “oler sangre” en el costado izquierdo de la zaga epilense, y como es lógico empezaron a prodigarse tácticamente los ataques por banda derecha, con la intención de conseguir el ansiado premio del gol.

El técnico epilense, se resistió a “taponar la herida”, mientras que el técnico cellano siguió atacando con insistencia el “flanco herido de su rival”, hasta que en el minuto-26, el jugador cellano Lanzuela consigue el premio del gol, y marcar el uno a cero para su equipo.

En el minuto-29, el jugador epilense Dani Alonso llega a la portería cellana y plantándose delante de su portero Catalán, “tira al muñeco” y la posibilidad del empate queda frustrada para el equipo visitante, que hace su segundo regalo al equipo local.

En el minuto-31, el Nano Rosagaray, vuelve a tener otra ocasión dentro del área local para haber empatado el encuentro, pero su tiro no encuentra puerta y se va por encima del larguero.

A partir de este momento, el Cella se creció  entrando en una especie de arrebato ofensivo durante aproximadamente diez minutos, mientras que el Épila entró en su peor momento del partido, se descompuso, perdió su posición en el campo, anduvo sin brújula detrás del balón en un espectáculo de desquiciamiento general, que hacía temer que viniera el segundo gol para los locales.

Sin embargo, llegó el minuto salvador para el Épila, cuando al filo del final de esta primera mitad, justo en el minuto-42, los epilenses botan una falta directa al borde del área cellana y allí aparece la cabeza del centrocampista ofensivo Rubén Gracia, para mandar a las mallas el balón y poner el empate a uno en el marcador.

Esta jugada fue balsámica para el Épila, quien pudo llegar al final de este primer acto, más centrado y recompuesto, esperando corregir errores tras pasar por vestuarios.

PLANTEAMIENTOS, JUGADAS CLAVE Y GOLES DE LA SEGUNDA PARTE

En el comienzo de esta segunda mitad, el técnico epilense corrigió los defectos del guión inicial, asegurando el cerrojo en la zona izquierda de la zaga, y su equipo se mantuvo mucho más firme y estable en el campo, a pesar de que fue el Cella quien en los minutos iniciales, quiso más el balón y se lanzó con cierta vehemencia y motivación hacia la consecución del segundo gol, mientras que el Épila esperaba muy bien posicionado con cabeza fría, dar el contragolpe para conseguir el suyo.

En este contexto, el partido entró en una fase abierta, sin dueño claro, donde los dos técnicos se fueron sin especulación a por el triunfo.

En el minuto-51, el Cella probó de lejos con un fuerte y certero lanzamiento que, aunque sorprendió algo al portero epilense Fabre, éste al estilo de “buen Gato” y con ciertos apuros detuvo fenomenalmente el balón, que buscaba el “beso” de las mallas epilenses.

En este toma-y-daca, en el minuto-53, aparece la mejor versión táctica y técnica del Épila, cuando Amizicia que hizo diabluras en banda derecha mete un balón al mago Nano Rosagaray a la espalda de la defensa cellana, y plantándose delante del meta Catalán le bate por bajo irremisiblemente, haciendo el que sería el uno a dos definitivo para el Épila.

El duelo táctico entre técnicos, se inclinaba ahora a favor del técnico epilense en el “tablero cellano de El Carro”, como resultado de asegurar el cerrojo en la zona izquierda de la defensa, y dirigir de manera muy acertada la coordinación entre dos magos de banda, Amizicia por banda derecha y el Nano por la izquierda y centro del ataque, practicando de manera magistral la “caza en puesto de espera”, combinada con velocidad y alta coordinación en ataque.

En los minutos finales, el partido siguió estando abierto, y si bien en el minuto-83 el portero epilense Fabre, tuvo que sacar a relucir sus dotes felinas en un mano a mano, salvando una ocasión clara de gol para los cellanos, en el minuto-88 volvió a aparecer la exquisitez técnica del epilense Amizicia, metiendo un balón de oro desde la línea de fondo a la mismísimo “santa santorum” del área cellana, donde la defensa cellana muy bien situada, saca magistralmente un balón al que estaban llegando dos delanteros epilenses para enviarlo al fondo de las mallas de la portería defendida por Catalán.

DESTACADOS EN EL ENCUENTRO

Destacaron por parte del Épila, una semana más la buena actitud y el buen hacer de TODOS los jugadores, con ALGUNA EXCEPCION, y de manera especial su portero El Gato Fabre, el defensa Iván Aladrén, el centrocampista ofensivo Rubén Gracia, y los delanteros Amizicia y el Nano Rosagaray que demostraron gran talento y definición en el aspecto ofensivo. Y por parte del Cella, lo hicieron su portero Pablo Catalán, que en la primera mitad, hizo un par de intervenciones de gran mérito, y Pedro Enguita, que fue el generador de ideas y juego en el centro del campo cellano.

También debemos destacar por parte del Épila, la actitud y buen hacer, globalmente hablando, de su entrenador, pero EXCEPTUANDO su excesiva tardanza  en sus decisiones tácticas a la hora de corregir determinadas posiciones defensivas que, durante demasiados minutos de la primera mitad contribuyó en buena medida a que el equipo epilense entrara en un momento errático y de desquiciamiento general, que estuvieron a punto de mandar al traste la excelente, trabajada y meritoria victoria epilense.

EPÍLOGO

Después de este resultado, el Cella tendrá que seguir trabajando para conseguir una estabilización en sus resultados, que lo aleje de la zona peligrosa de la tabla, en la que no estamos acostumbrados a ver. Mientras que el Épila, con su victoria, frena la esperada consolidación de los cellanos y da un “golpe de efecto”, “cauterizando la herida” sufrida la pasada jornada en “La Huerta”, a la vez que, favorecido por los resultados de sus más directos rivales, recupera la segunda plaza de la tabla y la confianza en sí mismo, quedando con sus opciones intactas, de cara a seguir el objetivo del ascenso.